martes, 1 de diciembre de 2009

MENSAJE DE LA PASTORAL ECUMÉNICA VIH Y SIDA PARA EL DÍA MUNDIAL DEL SIDA 2009

ACCESO UNIVERSAL Y DERECHOS HUMANOS.



“Muéstranos, Señor, tus caminos,

enséñanos tus senderos.

Guíanos por el camino de tu fidelidad;

enséñanos, porque tú eres nuestros Dios y nuestro Salvador,

y nosotros y nosotras esperamos en ti todo el día” (Salmo 25, 4-5)



INTRODUCCIÓN.



La PASTORAL ECUMÉNICA VIH Y SIDA en el DIA MUNDIAL DEL SIDA 2009 se compromete a fortalecer su solidaridad, acción y espiritualidad para que juntos juntas a todas las personas que están trabajando en la promoción de derechos que fortalezcan el acceso universal a la prevención con educación, a terminar con el estigma y la discriminación y a construir comunidades más inclusivas. Con todos ellos y ellas queremos afirmar el compromiso de promoción de todos los derechos y la vigencia de la justicia en nuestra realidad. Es por ello que una vez más solicitamos que nuestros gobiernos mantenga el compromiso de lograr alcanzar las metas propuestas en la Declaración de Compromiso (2001), en la Declaración Política (2008) de la Sesión Especial de la Asamblea General de Naciones Unidas y en los Objetivos de Desarrollo del Milenio. , para que el acceso universal a la prevención, la educación, los tratamientos y el cuidado y acompañamiento sea una realidad.



Como Pastoral Ecuménica VIH-SIDA, nos comprometemos a actuar en unidad, tanto entre nuestras organizaciones como con los demás protagonistas en esta epidemia, para hacer efectivo los esfuerzos que las Redes de Personas que viven con vih y las organizaciones sociales, que buscamos erradicar todo estigma y discriminación a la que aún hoy se ven sometidas muchos hermanos y hermanas que viven con vih. También comprometemos todos nuestros esfuerzos para obstaculizar todo intento de criminalizar la transmisión de la infección del vih porque consideramos que esas medidas no son compatibles con nuestra comprensión de la dignidad y los derechos humanos que se fundamentan en nuestra más profunda identidad confesional.



El equipo de la PASTORAL ECUMÉNICA VIH y SIDA reconoce con gratitud a los líderes de nuestras propias comunidades que con audacia y valentía rompen los silencios y quiebran las complicidades que afectan a las personas con vih. También valoramos y reconocemos los aportes que las organizaciones y redes de la sociedad civil que han realizado desde el mismo comienzo de la epidemia. Hacemos nuestros todos esos esfuerzos y expresamos la voluntad de caminar juntos y juntas para alcanzar una realidad más equitativa y fraterna.



El equipo de la PASTORAL ECUMÉNICA VIH y SIDA reconoce que gran parte de las personas que viven con vih o con sida son miembros de nuestras mismas comunidades El vih afecta directamente a una inmensa cantidad de miembros y líderes de nuestras propias iglesias y desde esa realidad que nos afecta a todos y todas, participamos de los esfuerzos por terminar con todo estigma y discriminación que tenga como fundamento el diagnostico de vih o sida.



Al haber participado recientemente del IV FORO COMUNITARIO Y DEL V FORO LATINAOAMERICANO Y DEL CARIBE EN VIH, SIDA e ITS, realizado en la ciudad de Lima, Perú, entre el 21 al 23 de noviembre pasado, hacemos nuestro su propuesta de ejes de reflexión y acción y que complementan el mismo lema de este Día Mundial del SIDA 2009: “ LA SALUD NUESTRO DERECHO, EL ACCESO UNIVERSAL NUESTRA META, LA NO DISCRIMINACIÓN NUESTRO DESAFÍO”. Es por ello que invitamos a caminar juntos y juntas para alcanzar esas metas.





1. LA SALUD NUESTRO DERECHO



Apoyamos decididamente las acciones emprendidas con la ayuda del Fondo Mundial de lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria. El pleno ejercicio del derecho a la salud necesita de fondos económicos y recursos humanos para que no sea un mero discurso teórico sino una realidad cotidiana para todos y todas. Esos recursos deben ser aplicados en justa y equitativa proporción a la vulnerabilidad epidemiológica de personas y grupos. Queremos constituirnos con todas las redes sociales en garantes de la eficiencia y transparencia en la asignación y uso de estos fondos.



Reconocemos que los esfuerzos de acceso al derecho de salud están estrechamente ligados a todas las estrategias para reducir la pobreza extrema y el hambre, el analfabetismo, la promoción de la igualdad de género, la reducción de la mortalidad infantil, la mejora de la salud materna a través de una adecuada promoción de la salud reproductiva y sexual, que la prevención del vih y el sida van junto a la prevención de otras enfermedades endémicas en nuestra región y un claro compromiso en la protección del medio ambiente. Para alcanzar estas metas que con cofactores en la prevención del vih necesitamos un compromiso mundial [1] Una crisis mundial necesita de una acción mundial.



Las mujeres y las niñas representan una alarmante proporción de las nuevas infecciones en nuestra región. Esa alta tasa está estrechamente relacionada con la inequidad de género, con la violencia intrafamiliar y con la falta de reconocimiento de sus derechos e identidad. Las mujeres y niñas que viven con vih enfrentan el estigma, la discriminación y la violencia que afecta su acceso a los servicios de salud sexual y salud reproductiva y en consecuencia a la información, tratamientos y cuidados. Nuestras comunidades de fe, compuestas mayoritariamente por mujeres, son directamente afectadas por la epidemia y solamente el silencio han podido mantener oculta esta realidad. Es por ello que nos comprometemos a abrir nuestros proyectos, acciones e iniciativas a las mujeres que viven con vih o con sida para que tengan un papel clave en nuestras iniciativas.



2. EL ACCESO UNIVERSAL NUESTRA META



Reconocemos que el acceso universal a la información, prevención con educación, tratamientos, cuidados y defensa de los derechos humanos que mitigue el impacto de la epidemia del vih permanece aún lejos de alcanzar los niveles de eficacia y sustentabilidad deseados. Nos comprometemos a promover con todas nuestras fuerzas y energía el lograr una política gubernamental común sobre este acceso universal para toda América Latina y el Caribe que acompañe los compromisos de nuestros gobiernos.



El acceso universal a la prevención, tratamiento, cuidado y respeto de los derechos humanos es para todos y todas. En esa perspectiva queremos escuchar y acompañar a las personas que son usuarias de drogas consideradas ilegales. Ellos y ellas son parte de nuestra dedicación y de nuestras comunidades. Sabemos que el 30 por ciento de los nuevos casos de infección en nuestra región son personas que vienen de este colectivo. El estigma y la discriminación han logrado que estas personas no tengan un respetuoso acceso a los servicios de salud. Es necesario encarar este tema desde una clara perspectiva de derechos humanos, respeto de autonomías e identidad.



Las y los niños y adolescentes también son afectados por la epidemia que una mirada superficial puede ignorar. Nuestras comunidades de fe están llamadas a prestar especial atención a esta realidad. Nos comprometemos a promover toda acción que prevenga la transmisión vertical o materna de la epidemia. También queremos comprometer nuestro esfuerzo de incidencia en políticas públicas para que haya una adecuada provisión de tratamientos pediátricos y presionar a los gobiernos y a la industria farmacéutica para que desarrolle, a precios razonables, medicamentos pediátricos y si así no se hiciera hemos de apoyar que se utilice el derecho a conceder licencias compulsivas que permitan producir en nuestros países esos medicamentos. Cuando existe una disyuntiva ética entre los derechos de la propiedad intelectual que colisionan con los derechos a la salud de personas y grupos nuestra opción es muy clara.



3. LA NO DISCRIMINACIÓN NUESTRO DESAFÍO



Reconocemos que la violación de los derechos humanos de personas y grupos les hace más vulnerables a la infección del vih. Nuestra respuesta al vih quiere tomar en cuenta todos los elementos sociales, económicos, culturales y religiosos que puedan contribuir a la violación de esos derechos y aplicar nuestros esfuerzos para eliminarlos.



Cuando hemos celebrado hace poco tiempo los 60 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, desde nuestras comunidades de fe afirmamos nuestro compromiso de aplicarlos en todos nuestros planes y acciones de prevención, cuidado y acompañamiento y lograr que se respeten integralmente en nuestras sociedades. Esa es una de las prioridades que como personas fundamentadas en nuestra fe consideramos prioritario y no negociable. Por ello queremos trabajar junto a todas las personas y organizaciones para promover una reforma legal que elimine toda forma de discriminación que actúe en contra de las personas que viven o están afectadas por el vih.



La Declaración de Compromiso de la UNGASS del año 2001 reconoce que nunca se podrá alcanzar el acceso universal a la prevención, cuidado, tratamiento sin un claro compromiso con la perspectiva de derechos humanos y el respeto de todas las dignidades humanas. El equipo de la PASTORAL ECUMÉNICA VIH Y SIDA hace suyo ese reconocimiento y se compromete a actuar en consecuencia. Por ello, todas nuestras estrategias y acciones en el contexto del vih han de integrar de forma consistente esta perspectiva de derechos humanos. Muchos de nuestros grupos religiosos conocen muy bien la realidad de vivir bajo el estigma, la discriminación, la persecución y el miedo. Podemos decir que ya hemos estado allí y por ello queremos aplicar esa sensibilidad a la comprensión, acompañamiento y la defensa de derechos de todas las personas que viven o están afectadas por el vih.



El equipo de la PASTORAL ECUMÉNICA VIH Y SIDA se propone establecer diálogos abiertos, honestos y transparentes con todos los grupos y personas de mayor vulnerabilidad a la epidemia del vih. Queremos encontrarnos con todos y todas para juntos y juntas buscar caminos que respondan con valentía y Reconocemos a estas personas y grupos como sujetos e interlocutores en los diálogos que nos proponemos afirmar y desarrollar. Reconocemos como parte de nuestra voluntad de comunión y presencia con todos los protagonistas en el contexto de la epidemia del vih la necesidad de involucrar a todos y todas si realmente queremos lograr los objetivos propuestos. Es por ello que también queremos ser parte de esta común búsqueda de una solución.



Para cumplir estos compromisos y alcanzar estas metas hacemos nuestra la Declaración de la Red Interreligiosa Latinoamericana y Caribeña sobre VIH y Sida - Religiones por la Paz , en la cual los participantes del Pre-Foro Ecuménico e Interreligioso del V Foro Latinoamericano y del Caribe sobre VIH/SIDA e ITS que el 20 de noviembre en la Ciudad de Lima, Perú, manifestaron lo siguiente:



1) Las comunidades religiosas estamos llamadas a acompañar a las personas con VIH desde un amor inclusivo y con una perspectiva de derechos, viviendo un permanente proceso de conversión que nos haga capaces de acogida incondicional, y luchando contra toda forma de estigmatización y discriminación.



2) Las comunidades religiosas aprendemos de las personas con VIH a redescubrir nuestras creencias de otro modo, para que estén centradas en el bien de los demás, e interesadas en traducirse en acciones solidarias y efectivas



3) Las comunidades religiosas encontramos en los hermanos y las hermanas que viven con VIH, y en las personas y organizaciones solidarias con su causa, razones que fortalecen nuestras creencias, y sentimientos que despiertan nuestra fraternidad. Ello supone el reconocimiento de cuán sujetos de su vida son todas y cada una de las personas viviendo con VIH, y el aprecio respetuoso de las orientaciones e identidades sexuales, y toda forma de diversidad.



4) Las comunidades religiosas en su labor de fe y promoción de la vida, hemos de contemplar de una manera creativa e integral, el tratamiento de la sexualidad, procurando contrarrestar los mitos que la desdibujan, y ofreciendo una información completa y sustentada.



5) Las comunidades religiosas hemos de fortalecer estrategias de incidencia política en la generación y la implementación de legislaciones y políticas públicas en nuestros países, en favor de la protección de los derechos de las personas con VIH.



En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el Día Mundial del SIDA 2009



Pastor Lisandro Orlov

Coordinador de la PASTORAL ECUMÉNICA VIH Y SIDA

Argentina.

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