jueves, 29 de octubre de 2009

DÍA MUNDIAL DE ORACIÓN Y ACCIÓN POR LA NIÑEZ

Todas las religiones del mundo consideran que la niñez es sagrada, y creen que ésta requiere de una protección especial. En consecuencia, innumerables organizaciones basadas en la fe, prestan servicios a los niños que mas necesitan, dentro de la realidad en la que ellos viven. Por ello, atienden a los enfermos, dan refugio a las personas sin hogar, educan a las minorías, protegen a los niños del abuso, la explotación y la violencia.

Con frecuencia las organizaciones religiosas llegan a los niños de las comunidades más desfavorecidas, a donde no llega la mayoría de los servicios gubernamentales y civiles, puesto que las religiones están mas cerca de las personas. Sin embargo, su gran potencial para proteger los derechos y promover el bienestar de los niños aún no se ha realizado plenamente.

Para afirmar este gran potencial, se propone observar un Día Mundial de Oración y Acción por los Niños cada año, coincidiendo con el 20 de noviembre, Día Universal del Niño, que es también el aniversario de la adopción de la Convención sobre los Derechos del Niño.

En este día, en todo el mundo, en cada comunidad, y en todos los lugares de culto, se promoverá la celebración de servicios de oración sobre un tema común que se relacione con el bienestar de los niños y la protección de sus derechos.

Para acompañar las oraciones y celebraciones religiosas, se llevarán a cabo una o dos acciones en común, dedicadas a la supervivencia, el desarrollo y la protección de los niños, que sean específicas, concretas y mesurables. Estas acciones se llevarán a cabo a nivel de países o regiones, en lugares de culto o en sus proximidades. Dependiendo de las circunstancias locales, las oraciones y la acción pueden ser llevadas a cabo por una confesión religiosa en particular, así como también por grupos interreligiosos.

Las actividades específicas podrían incluir, por ejemplo, vacunar a los niños contra las enfermedades infecciosas, promover el saneamiento, luchar contra el VIH / SIDA; educar a los padres sobre la importancia de la lactancia materna; promover la inscripción de nacimientos; hacer campañas contra ciertas prácticas tradicionales nocivas; sensibilizar sobre los derechos del niño; abordar el cambio climático; tomar acciones para promover la educación de las niñas, la educación para la paz, la enseñanza de la ética, etc.

Los temas para la oración y la acción seleccionados cada año deberán ser acogidas universalmente, y no ser partidistas, políticas o causar división. El principal objetivo de enfoque de dicha acción podrían ser los objetivos de desarrollo humano para los niños que se han convenido internacionalmente, como las Metas de Desarrollo del Milenio.

Para llevar a cabo las acciones en una manera eficaz y significativa, las comunidades religiosas trabajarán en estrecha colaboración con los gobiernos nacionales y locales, las organizaciones no gubernamentales y las organizaciones internacionales pertinentes, como el UNICEF y otros organismos del sistema de las Naciones Unidas.

Un Día Mundial de Oración y Acción por los Niños, por lo tanto, es un día de solidaridad entre las organizaciones religiosas y laicas, unidas por su aspiración común y visión compartida de un mundo en el que todos los niños crezcan realizando su pleno potencial humano, con sus derechos reconocidos por todas las sociedades a estar cuidados, a tener seguridad, a gozar de integridad y dignidad. Que las religiones puedan ser una fuerza unificadora para la promoción de los derechos y el bienestar de los niños podría lograr una mejora significativa en las vidas de los niños, y enviaría un poderoso mensaje a todo el mundo.

GNRC INVITA A DÍA DE ORACIÓN POR LOS NIÑOS Y NIÑAS

Día de Oración y Acción por los Niños y Niñas.


Celebración a realizarse:
Sábado 21 de noviembre a las 11:00 horas.


Auditorio de la Paz SGIAR Donado 2151 Capital Federal.


Invitan:

- Consejo Latinoamericano de Iglesias (C.L.A.I.)
- Conferencia Episcopal (Secretariado de la familia)
- Iniciativa de Religiones Unidas (U.R.I.)
- Comunidad Bahai
- Fundación Soka Gakkai
- Servicio de Paz y Justicia. (SERPAJ)


Los/as esperamos.


Ana De Medio
Coordinadora General

jueves, 15 de octubre de 2009

DAR LOS MEDIOS PARA DECIDIR

Página 12 del 14 de Octubre del 2009
http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-133447.html

POR EL ACCESO A LOS ANTICONCEPTIVOS SE PRODUCEN MENOS ABORTOS
“Dar los medios para decidir”
El Instituto Guttmacher, de Estados Unidos, verificó la caída de abortos en el mundo al tiempo que en ciertos países hay un mayor acceso a los métodos anticonceptivos. También bajaron los embarazos no deseados. Las cifras de la última década.
Por Soledad Vallejos
Que más mujeres puedan acceder a métodos anticonceptivos y los usen regularmente disminuyó la cantidad de abortos en todo el mundo. La prevalencia de la anticoncepción, además, disminuyó la cantidad de embarazos no deseados. Lo que especialistas en salud reproductiva y el movimiento de mujeres sostienen desde hace años ha sido empíricamente demostrado por el Instituto Guttmacher, una ONG norteamericana que trazó un panorama global contundente. Mientras que en 1995 se registraron 45,5 millones de abortos, en 2003 la intervención se realizó en 41,6 millones de oportunidades. La tasa de embarazos no deseados pasó de 69 por 1000 en 1995 al 55 por 1000 en 2008, siempre considerando casos de mujeres de entre 15 y 44 años.
“Hay cada vez más pruebas de que dar a las mujeres los medios para decidir por ellas mismas cuándo quieren quedarse embarazadas y cuántos hijos quieren tener disminuye de manera importante las tasas de embarazos no deseados y por tanto reduce la necesidad de recurrir al aborto”, comentó Sharon Camp, la directora del instituto norteamericano, durante la presentación de El aborto alrededor del mundo: una década de progreso desigual (que puede encontrarse, completo, en www.gutt macher.org), que tuvo lugar ayer en Londres. Los progresos son “modestos en relación con lo que podría hacerse”, indicó, al señalar que las brechas regionales tanto legales como de oportunidades, pero ante todo nacionales, son las que sustentan desigualdades entre mujeres de distintos lugares del planeta.
La cifra que con más claridad señala la tendencia es la de utilización de anticonceptivos por parte de las mujeres casadas: mientras que en 1990 recurrían a ellos el 54 por ciento, en 2003 el uso se extendía al 63 por ciento. Ese incremento indica, además de la aceptación de distintos métodos, la voluntad creciente de controlar la fertilidad y planificar el desarrollo familiar, aun en los casos de mujeres que tienen pareja estable, una realidad que desbarata algunos de los argumentos más conservadores. De allí que el informe, en sus conclusiones, refiera que “una tendencia importante y alentadora que subyace a la disminución de la incidencia de embarazo no deseado es el incremento del uso de anticonceptivos”, al tiempo que agrega que las cifras de las casadas encuentran correlatos “en algunos países en desarrollo, durante los ’90, entre las solteras jóvenes y sexualmente activas”. Sin embargo, el mapa de acceso a la anticoncepción resulta abrumadoramente desigual: en 2003, el 71 por ciento de las casadas recurría a distintos métodos en América latina y el Caribe, pero en Africa lo hacía sólo el 28%de ellas.
El informe, aun cuando fue presentado como auspicioso, también pone en negro sobre blanco los desafíos pendientes, como el hecho de que todavía el aborto sea ilegal en 32 países, aunque 19 han morigerado las restricciones legales desde 1997 a esta parte. Otros tres, en cambio, las “aumentaron considerablemente”, señaló Camp. El 40% de las mujeres del mundo viven en países con leyes sobre aborto “muy restrictivas”, entre ellas el 97% de las latinoamericanas. Pero “las restricciones legales no hacen que haya menos abortos, sólo logran que el proceso sea más peligroso”, recordó Camp. Las cifras que revela el Instituto también avalan esa afirmación: los abortos clandestinos causan 70 mil muertes anuales en el mundo y provocan que cinco millones de mujeres deban ser tratadas por complicaciones derivadas de la intervención en condiciones inseguras.